Una alegría más. Una tristeza menos. Encontrar un nieto, es encontrar historias. Historias personales y familiares. Pero por sobre todo historias que nos pertenecen como pueblo, forman parte de lo que fuimos, de lo que somos y lo que seremos. Y no seremos un pueblo completo, hasta que todas esas historias puedan ser reveladas.
La lucha de las Abuelas es el camino. Es el ejemplo. Como sociedad debemos asumir el compromiso de trabajar a diario en la reconstrucción de esas historias. Y somos nosotros, los docentes, quienes debemos estimular el interés y guiar las inquietudes de nuestros jóvenes y niños, en esta búsqueda constante de verdad, identidad y justicia.
El SADoP celebra la aparición de la historia del Nieto 121, reivindicando, como siempre, la necesidad de continuar ésta línea de lucha.