En momento alguno la República Argentina, desde su surgimiento como nación independiente, renunció a su soberanía sobre los territorios australes y los espacios marítimos que legítimamente heredó de España ni permitió que una potencia, continental o extra continental, ejerciera actos de jurisdicción sobre dichos territorios y espacios.
En ese sentido, fue permanente el ejercicio de dichos títulos y derechos que hizo el Gobierno argentino, procediendo, de manera gradual, al dictado de las normas y el establecimiento de las estructuras jurídica y administrativa que consolidaran el ejercicio de su soberanía, fomentando el desarrollo de actividades comerciales, el establecimiento de población y una oficina administrativa local, cuya culminación fue el dictado del Decreto estableciendo la Comandancia Cívico Militar de Malvinas, en la fecha que hoy recordamos, a cuyo frente fue designado D. Luis Vernet.
El ejercicio claro y pacífico de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas y sus dependencias se vio interrumpido por el acto beligerante llevado a cabo por fuerzas británicas, el 3 de enero de 1833, que significaron la expulsión de las autoridades y población argentinas, las que fueron reemplazadas luego por súbditos británicos.
El Gobierno y el pueblo argentinos hoy reiteran, con serenidad y firmeza, el derecho inalienable que les asiste en esta materia, consagrado en la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional, de su permanente e irrenunciable determinación de recuperar por la vía pacífica de las negociaciones diplomáticas el ejercicio pleno de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
El legítimo reclamo argentino cuenta con el muy apreciado respaldo de los países de nuestra región. A ello se agregan los numerosos y permanentes pronunciamientos de múltiples organismos y foros internacionales, entre los cuáles se destacan la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos, las Cumbres Iberoamericanas, la Unión de Países Sudamericanos (UNASUR), el Grupo Río, el Mercosur, las Cumbres de Países Sudamericanos y Árabes y latinoamericanos y Africanos, así como la Cumbre de Países Latinoamericanos y del Caribe , que insisten en hacer un llamado a ambas partes a reanudar las negociaciones para poner fin, de manera pacífica y justa, a la disputa de soberanía.
Una vez más, el Gobierno de la República Argentina reitera hoy su firme deseo de que las negociaciones con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte se reanuden a la brevedad para dar punto final a esta situación colonial inaceptable. Lamentablemente, la voluntad negociadora argentina choca con la irreductible resistencia británica que, desoyendo los llamados de la comunidad internacional, no sólo mantiene la situación colonial, sino que persiste en la realización de innumerables actos ilegales unilaterales, mediante la explotación de los recursos naturales renovables y no renovables argentinos, a la vez que consolida una presencia militar que resulta ofensiva para toda la región.