Concepto
La educación pública es una de las funciones primordiales del Estado de Derecho.
El proceso de enseñanza/aprendizaje realizado en instituciones privadas, es decir con gestión privada de integrantes de la sociedad civil con supervisión estatal, permite no solo incorporar a las nuevas generaciones en los valores de la cultura nacional, sino también crear nuevos conceptos que den respuesta a las realidades sociales de cada época histórica, a fin de concretar los propósitos de la sociedad organizada: afianzar la Justicia, consolidar las paz, promover el bienestar general, asegurar los beneficios de la libertad (cfr. Preámbulo de la Constitución Nacional).
La educación privada tiene una singular importancia, por cuanto permite que la Familia, como núcleo esencial de la Sociedad, anterior antropológicamente y más importante que el Estado, pueda elegir libremente bajo qué valores morales, religiosos, culturales y políticos educará a sus hijos.
La función del Estado, al respecto, no se limitará a supervisar los planes de estudio, para homogenizar la cultura nacional y equilibrar conocimientos mínimos, sino fundamentalmente deberá permitir en los hechos, que todas las familias que así lo elijan, puedan enviar a sus hijos a instituciones educativas privadas, lo cual nos lleva a la discusión presupuestaria de cuánto debe invertirse y cómo deben destinarse estos recursos para perfeccionar el sistema actualmente existente, de gran historia e importancia para nuestra Nación.
(Adjuntamos el texto completo al pie de página)