El 16 de septiembre, en la llamada "Noche de los lápices" los argentinos conmemoramos uno de los hechos más nefastos y dolorosos de nuestra historia.
En la madrugada del 16 de septiembre de 1976, mientras dormían en sus hogares, jóvenes studiantes de la Unión de Estudiantes Secundarios de la ciudad de La Plata, fueron secuestrados, torturados y desaparecidos por fuerzas militares, durante la dictadura cívico militar implantada en nuestro país.
El terrorismo de estado se llevó a estudiantes que buscaban mejorar sus condiciones de estudio y trabajaban por un país justo, con un pueblo feliz y soberano.
Hoy, más que nunca, los lápices siguen escribiendo, con grafitos indelebles, en nuestra memoria y en nuestras almas. Nos escriben versos de libertad y nos piden que no olvidemos.
Nuestra memoria les da vida, nuestra memoria honra su valentía y lucha…que está siempre viva en cada uno de nosotros.