Fue precursora de las reformas contemporáneas en cuanto reclamaba la actividad libre del niño, el interés y la espontaneidad como base de la enseñanza, y redujo la acción del maestro a sugerir y guiar la labor del alumno en un ambiente alegre, sano y confortable.
Combatió la disciplina rigurosa que imperaba entonces y sostuvo la excelencia de los juegos al servicio de la educación. Favoreció la creación de "jardines de infantes" y se preocupó de la formación de maestros capaces de llevar a la práctica los principios de la reforma que ella propagaba.
Promovió la creación de bibliotecas populares y se lanzó con pasión a una labor intensa en favor de la educación y los derechos de la mujer, de la cultura popular y la instrucción del niño.
Escritora, periodista, anticlerical, amante de las artes, aguda observadora de las miserias de su tiempo, que se ocupó en señalar, fue combatida y repudiada. Gracias al apoyo de Sarmiento pudo desarrollar su labor pedagógica y plasmar sus ideas en los Anales de Educación Común.